Por Fran Polo (La opinión, de la revista de agosto’25)
¿El secreto está…? En la gran mayoría de las veces vemos a recortadores y toreros
cuando ya están en la cima del éxito. Pocas son las ocasiones que vemos el proceso hasta
llegar a ser una figura.
Claro, es fácil pensar que se debe a que es una persona con unas cualidades inmejorables
para dedicarse a lo que se dedica. Eso nos hace sentirnos bien y ver que es simplemente un
genio que ha demostrado lo bueno que es en su arte. Lo que ocurre es que eso es una pequeña
parte de la clave de su triunfo.
Veamos, el secreto, si hablásemos con cualquiera de ellos es sencillo, es una fórmula sin ninguna
clase de misterio: Pasión y deseo.
La pasión la entenderíamos como la obsesión que se tiene por lo que haces. Te levantas
pensando en toros y te vas a dormir pensando en toros. Con lo que eso conlleva: trabajo,
trabajo y más trabajo.
Lo segundo, la pasión. Pasión por ello. Sabes que has nacido para lo que haces y no te
supone esfuerzo hacer lo mismo diariamente para llegar a tu objetivo.
Esta es la sencilla formula. Lo complicado es aplicarla y no perdonar un solo día en el plan
trazado.
Si ahora vamos a los casos directamente, rápidamente lo veremos.
Si hablamos de recortadores vemos un clarísimo ejemplo en David Ramírez “el Peque”,
último campeón de Pamplona que con casi 51 años se alzó con el triunfo en esa grandísima
plaza. Y ese es uno de los campeonatos que ha levantado este año, lleva alguno más. Si hablas
con él en persona ves el brillo que tiene en sus ojos cuando acude una mañana a la plaza. Esos
ojos son de ilusión, como si fuese la primera vez que entra en la plaza para enfrentarse a
unos morlacos de más de 500 kilos.
Si hablamos de toreros tenemos dos claros ejemplos en la actualidad: Borja Jimenez y
Fernando Adrián. Cuando están en el patio de cuadrillas, su mente, se encuentran en otra
dimensión. Sus ojos miran, pero no ven, están en lo que están. Solo tienen mente y cuerpo
preparados para el momento. Si los miras, te miran, pero no te ven. Están focalizados en lo
que han ido a hacer.
Y bien, esa es la parte que el gran público vemos, el triunfo. Y, ¿el resto de los días? ¿qué
hacen? La clave está ahí, en el resto de los días que no tienen que ir a la plaza y están desde
que amanece hasta que anochece entrenando, entrenando y mejorando. Éste es realmente el
camino del triunfo, los días que no vemos.
Si esto lo podemos trasladar a nuestro día a día veremos que la clave del éxito en nuestros
trabajos es la misma. Lo siento, no hay secretos, solo hay trabajo.
Y ahora en agosto, pues a disfrutar de los toros.
Las calles de nuestros pueblos se llenan de toros y este año se espera batir el número de
festejos del año 2024.
Así que a pasarlo bien y vivirlo con pasión. Una vida sin pasión no es una vida vivida a fondo.
